Cada mes pagas un término fijo en tu factura de luz que depende directamente de la potencia que tienes contratada. Si esa potencia es mayor de lo que realmente necesitas, estás regalando dinero mes tras mes sin usar esa capacidad extra. Según datos del sector eléctrico, cerca del 40% de los hogares españoles tienen contratada más potencia de la que utilizan habitualmente.
En Garcia Bertomeu te enseñamos de manera sencilla a identificar si estás en esa situación y qué hacer para corregirlo de forma sencilla y segura.
Qué es la potencia contratada
La potencia contratada es la cantidad máxima de electricidad que puedes utilizar al mismo tiempo en tu vivienda, medida en kilovatios (kW). Es como el «ancho de banda» de tu instalación eléctrica.
Cuanta más potencia contrates, más aparatos podrás usar simultáneamente sin que salten los plomos. Pero también pagarás más en el término fijo de potencia cada mes, independientemente de si la usas o no. Por eso es fundamental encontrar el equilibrio justo entre tus necesidades reales y lo que estás pagando.
Señales claras de que tienes potencia de más
Existen varios indicadores que te ayudarán a detectar si has contratado más kilovatios de los que realmente utilizas en tu día a día.
Tu factura es más alta de lo normal sin motivo
Si al comparar tu factura con viviendas similares notas que el término de potencia (ese importe fijo mensual) es considerablemente superior, puede ser una señal de alarma. Este concepto puede representar entre el 25% y el 40% del total de tu factura, dependiendo de tu consumo.
Revisa específicamente la línea donde aparece el coste del término de potencia. Si supera los 30-35 euros mensuales en una vivienda estándar de dos o tres personas, probablemente tengas margen para ajustar a la baja.
Nunca «saltan los plomos» aunque uses muchos aparatos a la vez
El Interruptor de Control de Potencia (ICP) es el mecanismo que desconecta la electricidad cuando superas tu potencia contratada. Si llevas años viviendo en tu hogar y nunca has experimentado un corte por exceso de potencia, ni siquiera en situaciones de uso intensivo (lavadora, horno, calefacción y aire acondicionado simultáneamente), es muy probable que tengas margen de sobra.
Una vivienda bien dimensionada en potencia experimentará algún salto ocasional en momentos puntuales de máximo consumo, especialmente si tienes calefacción o aire acondicionado eléctrico.
Tienes más de 5,75 kW en una vivienda estándar
Para un piso o casa de hasta 100 metros cuadrados, con dos o tres habitantes y electrodomésticos habituales (sin sistemas de climatización eléctrica potentes ni vehículo eléctrico), una potencia de 4,6 kW o 5,75 kW suele ser más que suficiente.
Si tu contrato refleja 6,9 kW, 10 kW o incluso potencias superiores sin tener necesidades especiales como carga de coche eléctrico, bomba de calor aerotérmica o negocio en casa, casi con toda seguridad estás pagando de más.
Tu comercializadora te recomendó una potencia sin análisis previo
Lamentablemente, algunas comercializadoras tienden a recomendar potencias superiores a las necesarias «por si acaso», para evitar reclamaciones por cortes frecuentes. Si contrataste tu suministro por teléfono o de forma rápida sin que te preguntaran sobre tus electrodomésticos, hábitos de consumo o tipo de vivienda, es momento de revisar ese dato.
Cómo comprobar tu potencia ideal (método rápido)
Determinar tu potencia óptima no requiere ser ingeniero eléctrico. Con estos pasos sencillos podrás hacerlo tú mismo en menos de 15 minutos.
Revisa la potencia actual en tu factura
Localiza tu última factura de electricidad (en papel o en el área de cliente online de tu comercializadora). Busca el apartado de «Datos del contrato» o «Término de potencia». Allí encontrarás tu potencia contratada expresada en kW.
También verás cuánto pagas mensualmente por ese concepto. Anota ambos datos como referencia inicial para tus cálculos.
Usa una calculadora online de potencia
Muchas herramientas gratuitas disponibles en internet te permiten calcular tu potencia ideal. El funcionamiento es similar en todas:
Primero, introduces datos básicos de tu vivienda: metros cuadrados, número de habitantes y tipo de calefacción o climatización. Después, seleccionas qué electrodomésticos tienes: vitrocerámica o inducción, horno eléctrico, lavavajillas, secadora, etc.
La calculadora te preguntará sobre hábitos de uso: si sueles utilizar varios aparatos simultáneamente o si concentras consumos. Finalmente, te ofrecerá una potencia recomendada con un pequeño margen de seguridad.
Estas herramientas son bastante precisas si introduces datos realistas y sinceros sobre tu consumo habitual.
Método práctico: encender aparatos clave a la vez
Si prefieres un método más empírico, haz esta prueba en un momento del día en que puedas estar atento: enciende simultáneamente los aparatos que más consumen en tu hogar.
Una combinación típica sería: calefacción o aire acondicionado, vitrocerámica con dos fuegos a máxima potencia, horno, lavadora en ciclo de calentamiento, lavavajillas y secador de pelo. Si tras mantener esta situación durante cinco minutos no salta el automático, tienes potencia de sobra.
Repite la prueba en diferentes combinaciones más realistas de tu día a día. Si nunca experimentas cortes, puedes considerar reducir un tramo de potencia.
Tabla orientativa de potencias por tipo de vivienda
| Tipo de vivienda | Características | Potencia recomendada |
|---|---|---|
| Piso pequeño (hasta 50 m²) | 1–2 personas, electrodomésticos básicos, sin climatización eléctrica | 3,45 – 4,6 kW |
| Piso medio (50–90 m²) | 2–3 personas, electrodomésticos estándar, calefacción no eléctrica | 4,6 – 5,75 kW |
| Vivienda grande (90–150 m²) | 3–4 personas, todos los electrodomésticos, climatización parcial eléctrica | 5,75 – 6,9 kW |
| Casa unifamiliar | 4+ personas, bomba de calor o climatización total, coche eléctrico | 6,9 – 10 kW o superior |
Estas cifras son orientativas y deben ajustarse según tus circunstancias particulares, especialmente si tienes sistemas de alto consumo como bombas de calor aerotérmicas o puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Cómo ajustar tu potencia si te sobra
Una vez confirmado que tienes margen para reducir, el proceso de modificación es sencillo y puede suponer un ahorro importante a lo largo del año.
Trámite para bajarla (pasos rápidos)
El primer paso es contactar con tu comercializadora eléctrica actual, ya sea por teléfono, correo electrónico o a través de su plataforma online. Solicita formalmente la reducción de potencia indicando el nuevo valor deseado.
Tu comercializadora tramitará la solicitud ante la distribuidora de tu zona, que es la empresa responsable de la red eléctrica y del aparato de medida. La distribuidora debe realizar el cambio en un plazo máximo de siete días hábiles desde la solicitud.
El coste del trámite incluye derechos de extensión, derechos de acceso y el ajuste en el boletín eléctrico. En la mayoría de casos, este importe ronda entre 9 y 17 euros (coste aproximado), que se cargarán en tu próxima factura. No hace falta que estés presente en tu vivienda durante el cambio si tienes contador digital, ya que puede realizarse de forma remota.
Cuánto puedes ahorrar bajando 1 tramo de potencia
Los tramos de potencia más habituales y sus costes aproximados de término fijo mensual son:
✅ De 5,75 kW a 4,6 kW: ahorro cercano a 10 euros al mes, unos 120 euros al año
✅ De 6,9 kW a 5,75 kW: ahorro aproximado de 11 euros mensuales, unos 132 euros anuales
✅ De 10 kW a 6,9 kW: ahorro de 30 euros al mes o más, cerca de 360 euros al año
Estas cifras varían según la tarifa y los precios regulados vigentes, pero te dan una idea clara del impacto económico. Si llevas años con una potencia sobredimensionada, probablemente hayas pagado cientos de euros innecesarios.
¿Cuándo NO conviene bajar la potencia?
Aunque reducir la potencia genera ahorro inmediato, existen situaciones en las que mantener un nivel más alto resulta conveniente o incluso necesario.
Si estás planificando instalar sistemas de alto consumo en los próximos meses (aerotermia, punto de recarga para vehículo eléctrico, sauna, climatización completa), es mejor mantener o incluso aumentar la potencia contratada. Los cortes frecuentes no solo son molestos, sino que pueden dañar equipos electrónicos sensibles.
En hogares donde se teletrabaja con equipos profesionales, servidores domésticos o donde se requiere garantía absoluta de suministro para equipos médicos, es prudente mantener un margen de seguridad generoso. Un corte en el momento equivocado podría causar pérdidas de datos o interrumpir servicios críticos.
Si tienes calefacción o agua caliente totalmente eléctrica con resistencias de alta potencia, especialmente en climas fríos donde se usan intensivamente en invierno, reducir demasiado la potencia puede provocar cortes constantes en los meses de mayor demanda.
También debes considerar el crecimiento familiar previsto. Si esperas la llegada de un nuevo miembro a la familia o cambios significativos en el uso del hogar, puede ser prematuro reducir la potencia justo ahora.
La potencia correcta está a tu alcance
Tener contratada más potencia de la necesaria es un gasto invisible que se acumula mes tras mes sin que lo notes. Con las señales y métodos que te hemos compartido, ahora puedes identificar fácilmente si estás en esta situación y actuar en consecuencia.
El proceso de ajuste es rápido, económico y puede generarte ahorros de más de 100 euros anuales con el mínimo esfuerzo. Revisa tu última factura hoy mismo, calcula tu potencia ideal y valora si merece la pena solicitar el cambio.
Si tienes dudas sobre tu caso particular o prefieres que un profesional analice tu instalación y consumo, no dudes en solicitar asesoramiento personalizado. A veces, una pequeña optimización en tu contrato eléctrico marca la diferencia entre pagar justo lo necesario o regalar dinero cada mes.
